lunes, 27 de diciembre de 2010

Entre la incapacidad y la desazón

El gobierno sabe que entró en una etapa decisiva y que no controla. Los asesores más cercanos de Cristina Fernández de Kirchner, es decir, el llamado núcleo duro que quiere mantener el poder a toda costa, está dispuesto a cerrar cualquier resquicio, cualquier camino que no asegure el triunfo electoral de Cristina en una hipotética reelección o la victoria en las urnas de alguien absolutamente fiel para ganar tiempo y arreglar los papeles para zafar de la acción de la justicia. El problema es que salvo un milagro, Cristina carece de posibilidades electorales y un amigo fiel no existe. ¿En quién podrían confiar con posibilidades más o menos ciertas de éxito…? Esta breve síntesis de la situación que escarba en las intimidades personales de los nombres posibles, demuestra que se están acabando los tiempos políticos, incluso el mantenimiento de las cosas así como están con la idea más simple de todas: llegar hasta el mes de octubre para que se realicen los comicios y esto significa, nada más y nada menos, esperar a que se acaben los cortes indiscriminados y permanentes y que las ocupaciones concluirán de un día para otro como por arte de magia. Esta posibilidad, cargada de incertidumbre, plantea un interrogante primario e interesante: si los cortes y ocupaciones terminan abruptamente ¿por qué se produjeron y hasta continuaron anteayer en plena celebración de la Navidad? Si razonamos, llegamos a una primera conclusión que nos dice dos cosas: la primera, que el inicio del conflicto en el parque Indoamericano se montó para crearle un problema político a Mauricio Macri pero, como al gobierno estas cosas siempre le salen mal, como vulgarmente se dice, el tiro le salió por la culata y Macri no sólo se afirmó políticamente, sino que ahora las encuestas demuestran que la vocación de voto asciende en una constante que llena de optimismo al PRO y sus seguidores, incluso a aquellos que hasta ahora tenían otras simpatías partidarias. La otra conclusión es que la izquierda, en sus distintas manifestaciones, buscará por todos los medios lanzar una candidatura que complique a Macri. Sin embargo, los hechos no son tan simples. Desde finales de la semana anterior aparecieron en la escena dos factores que contribuyen a acentuar la problemática oficialista: la escasez de combustibles en pleno comienzo de las vacaciones y cuando más lo necesita el campo para levantar las cosechas y concluir la siembra de la que debe realizarse ahora por razones estacionales y en segundo lugar, los cortes de luz que afectan a sectores de todos los niveles sociales. En algunos lugares esto sucede desde hace varios días, con las consiguientes consecuencias de falta de agua y una seria alteración de los humores. Para colmo, las autoridades de la ciudad de Buenos Aires quieren coordinar con la Nación pero los funcionarios kirchneristas se niegan a recibirlos. Sólo falta una huelga de recolectores de basura para cerrar un panorama agravado por las altas temperaturas que superan los 37 grados. Lo más triste de este asunto, es que ya este invierno -y así lo escribimos- se sabía que el problema se plantearía si no se adoptaban medidas y, para variar, nada se hizo. La gente lo sabe y más allá de la política, indignados grupos humanos reclaman a grito pelado una solución que nunca llega y según parece, nunca llegará. Entonces… ¿en qué elecciones se puede pensar que resulten favorables al oficialismo central…?
Más aún, algunos punteros que maneja la izquierda y que forman parte de los planteles controlados por el legislador Tito Nenna, vinculado con personajes como Eduardo López, Alejandro Demichelis -cuñado del primero- y Claudia Marín, mujer de Hugo Yasky, forman un frente operativo donde todo queda en familia pero están aliados con Miguel “Mofe” Eviner, referente de Lugano, y todos ellos coordinan con “Pitu” Salvatierra, altos valores -es una forma de decir- dedicados a promocionar la candidatura metropolitana de Daniel Filmus, el hombre elegido por la izquierda para aprovechar los conflictos creados en la Ciudad de Buenos Aires con miras a catapultarlo a este legislador representativo de FLACSO, una organización dependiente de las Naciones Unidas con los correspondientes y apetitosos subsidios, para incidir ideológicamente en el proceso educativo. Algo de esto dijimos ayer en esta misma columna y hoy agregamos que en el proceso de disolución integral que se registra en el país y en particular dentro del gobierno, ha surgido un kirchnerismo disidente que apoyará a Filmus aunque más no sea para negociar con Macri a quien consideran un ganador inevitable.
La eventual negociación para alcanzar algunos puestos eventuales se efectuaría a través de Gabriela Michetti, que representa el ala izquierda del macrismo e identificada con una corriente social cristiana. La Michetti, nacida en la localidad bonaerense de Lincoln, fue secretaria del ahora desaparecido Carlos Auyero y, si bien posee un coqueto departamento en Marcelo T. de Alvear y Libertad, en pleno Barrio Norte, prefirió prestárselo a su madre y mudarse al barrio de Boedo para ofrecer una imagen más popular. Esta especie de complejo que está tan de moda en la Argentina es un signo que influye en la conducta política de quienes creen que esto significa más votos, una actitud que termina por modificar los comportamientos públicos y alterar el pensamiento político.
A la inversa, los observadores que conocen bien estos temas consideran que el crecimiento de Macri sería más intenso y rápido en la medida que se muestre más contundente en la oferta de soluciones e incluso -subrayamos este aspecto- si no dudara en manifestarse como perteneciente a la derecha, con una clara y firme definición de lo que esto significa, con el agregado de que se aproximaría con más decisión a lo que ya es claramente una orientación que comienza a imponerse en el mundo. En realidad, esto que comentamos es una gran oportunidad por modificar el cuadro político del país, sobre todo si se mira con atención lo que podrá ocurrir en la provincia de Buenos Aires.
Fuente: Por Carlos Manuel Acuña para el Informador Público

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