Ayer fue un día complicado en todas las bolsas del mundo, pero en la Argentina fue mucho peor, con la caída promedio de los bonos de la deuda externa en más del 5,3% en promedio. Pero los más castigados fueron los bonos en pesos. La mega crisis que envuelve el norte de África induce a los inversores internacionales a replegarse sobre todo de ciertos países emergentes como la Argentina, donde el gobierno hace retroceder aumentos dispuestos por empresas multinacionales. También se sobreactúa un pequeño incidente diplomático con los Estados Unidos en un burdo intento por captar votos por izquierda explotando el anti norteamericanismo de la mayoría del pueblo argentino.
Los mercados algo huelen
Martín Redrado señaló días atrás que en diciembre pasado la fuga de capitales fue de 600 millones de dólares y en enero de 1.000. En lo que va de febrero van 1400 millones y se acelera sobre este fin de mes impulsada, como dijimos, por el flujo de los inversores internacionales, que huyen ante la incertidumbre electoral abonada por distintas señales. Los analistas económicos advierten que el superávit comercial fue de sólo 500 millones de dólares, cuando en enero del 2010 fue de 1300 millones. El secretario de comercio, Guillermo Moreno, a su vez, intenta solucionar el problema con la prohibición de importaciones, lo que generará menos crecimiento de la economía, violando convenios internacionales que nos pueden llegar a enfrentar con la República Popular de China, nuestro primer comprador de soja, que tiene un superávit comercial con nuestro país. A esto se le agrega que los países del norte de África, en serios problemas económicos aparte de los políticos, muy probablemente no van a compar soja argentina.
La bolsa argentina cayó el 1,4, la pérdida más alta en mucho tiempo. Por otra parte, el riesgo país, entre martes y miércoles, bajó más de 50 puntos, lo que indica que nuestra economía está creciendo a tasas chinas debido al siguiente mecanismo: el gobierno subestima la inflación de 27% y la calcula en el 10%. Por eso el INDEC da un crecimiento de 9.1% para el 2010. En cambio, si se toma la inflación real del 27%, el crecimiento se encuentra entre el 5,7 y el 6%. Pero muchos economistas serios, por temor a la AFIP, repiten como loros el crecimiento de 9,1. Tanto empeño oficial no alcanza, sin embargo, para convencer a los inversores extranjeros. Éstos cada vez les creen menos a los encuestadores y economistas locales y están dolarizando los portafolios.
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