Víctor Hugo no defiende al Gobierno, ataca a Clarín
En el año 1980, cuando Radio Mitre trataba de competir con Radio Rivadavia y José María Muñoz, Julio Moyano, propietario de Moyano Producciones, encomendó a
Fernando Niembro y Marcelo Araujo para que viajaran a Montevideo y tentaran a
Víctor Hugo Morales, que en aquel entonces era el relator estrella en una radio
de Montevideo, a incorporarse a Radio
Mitre.
Así fue como comenzó a trabajar con Moyano Producciones en Mitre y formar parte del memorable
programa deportivo Sport 80, junto a
los periodistas: Néstor Ibarra, Fernando Niembro, Marcelo Araujo, Adrián
Paenza, Alejandro Apo, Ricardo Ruiz y 'Tití' Fernández, entre otros.
Rápidamente, Sport
80 pasó a ser el programa insignia de la radio.
A partir de ese momento, el locutor uruguayo
comenzó a hacerse famoso y destacarse con su excelente e impecable relato, que
indudablemente, marcó un punto de inflexión en las transmisiones de fútbol
argentinas.
Cuando se licitó Mitre, Moyano Producciones
transfirió los contratos de Víctor Hugo, Bernardo Neustad y Juan Carlos Mareco
a la sociedad que ganó la licitación.
Sin embargo, a fines de 1981,
Morales había sido contratado por Radio Argentina en una cifra multimillonaria para, entre otros proyectos, relatar el Mundial de
Fútbol que se jugó en España en 1982.
Aquella experiencia de Radio Argentina fue un
desastre para muchos, incluyendo a Bernardo Neustadt y Mariano Grondona,
quienes también fueron convocados para el fallido proyecto radial.
Simultáneamente, Víctor Hugo le inició un juicio a Radio Mitre porque afirmó que Julio
Moyano no le permitió relatar el último partido de Boca Juniors del campeonato
de 1981 por irse de Mitre sin negociar con la emisora una alternativa de
continuidad en la misma, por lo que el relator esgrimió en el juicio “no haber
podido beneficiarse económicamente con la venta de discos con los goles de
Boca, que se consagró campeón, por no haber podido relatar el último
encuentro.”.
Víctor Hugo ganó el juicio,
que fue incorporado al precio de compra que pagó Clarín por la adquisición de Mitre.
Por lo tanto, el Grupo tuvo que indemnizar a Víctor
Hugo con US$ 400.000, en concepto de sueldos, más dos pasajes por año a Europa
y el valor de dos automóviles 0 Km. también anuales.
Evidentemente, en ese
entonces, Víctor Hugo no imaginaba que el Grupo Clarín iba a manejar, entre otras cosas, el fútbol, su principal
fuente de ingresos.
Lógicamente, luego de este episodio, Clarín le cerró las puertas al relator
uruguayo. ¿Qué empresa contrataría a una persona que le haya hecho semejante
juicio?
Y así, Morales comenzó a bombardear al grupo,
invadido tal vez por un poco de celos y otro poco por envidia. Esta es, ni más
ni menos, la verdad que Víctor Hugo no cuenta.
Lejos quedó ya aquella visión crítica e
independiente del kirchnerismo, como cuando por orden del Gobierno Nacional lo
echaron de Canal 7, como además
parecen haber quedado, no sólo lejos, sino también en el olvido, aquellos
reclamos cuando en agosto de 2008, mediante la Resolución 646, el interventor
del entonces denominado ComFeR, Gabriel Mariotto, le había prohibido a Prisa transmitir la programación de su
AM, Continental, en la FM 104.3..
En aquel entonces, Morales aparecía por cualquier
medio que le fuera posible para decir que el gobierno tomaba represalias con
Radio Continental, y con él en particular,
por su postura en relación al conflicto con el campo.
Hoy, Víctor Hugo no defiende al kirchnerismo porque
está convencido de que tanto la estatización de la televisación del fútbol como
la nueva Ley de Medios K son beneficiosas para el país o la ciudadanía, defiende al kirchnerismo porque estas
medidas perjudican a Clarín, y
sobrepone su interés personal por sobre todas las cosas. Es simplemente eso.
FUENTE TRIBUNA DE PERIODISTAS
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