El INDEC de Moreno manipula el precio de los componentes de las canastas básicas, que emplea para calcular la pobreza, la indigencia, y el índice de costo de vida, en el que na-die cree. Y el instructivo del INDEC de 1993, lejos de querer medir la calidad y cantidad del empleo, lo que procura en su sustancia, es tratar de no registrar en lo posible a los desocupados. Disfrazándolos ya sea como ocupados, subocupados o inactivos, con total prescindencia de la calidad de esa ocupación. De esta manera, manipulando los indica-dores laborales y de situación social, el kirchnerismo ha dibujado un milagroso éxito, que solo existe en los papeles del INDEC. Del mismo INDEC surge que la sustancia de los más de cinco millones de empleos crea-dos por el kirchnerismo, no son empleos decentes, sino empleos basura. De sus encues-tas surge que a fines del 2010, solo el 34 % de los ocupados asalariados carecían de aportes jubilatorios, que a su vez eran el 77 % de los ocupados. O sea que en realidad los ocupados que hacen aportes para su jubilación, incluyendo los no asalariados o in-dependientes, solo llegan a poco más de la mitad (51 %) de los ocupados. Lo que repre-senta que casi ocho millones de ocupados están actualmente en el limbo previsional. A su vez el ANSES desde la estatización de las AFJP en el 2008, oculta enteramente la in-formación respecto cuantos de los otros ocho millones de ocupados, cumplen regular-mente con sus aportes jubilatorios.
Un informe de IDESA de agosto del 2010, elaborado en base a las encuestas del INDEC, revela que solo un 32% de los ocupados tiene un empleo privado como asalariado re-gistrado en una empresa; ganando el 83% de ellos por encima del salario mínimo legal. Otro 22% de los ocupados tiene un empleo público registrado, es cuentapropista pro-fesional, o empleador, ganando el 84% por encima del salario mínimo legal. El 46% restante tiene un empleo informal, ya sea como asalariado no registrado, cuentapro-pistas no profesional, servicio doméstico o trabajador sin salario, y apenas el 40% gana por encima del salario mínimo legal.
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