miércoles, 6 de abril de 2011
Garré retiraría a la Federal de la custodia de las elecciones porteñas
La ofensiva de Nilda Garré contra Macri disponiendo el retiro de las custodias que la Policía Federal realiza en los edificios públicos porteños es sólo un capítulo de un ambicioso plan para deteriorar políticamente al PRO. Dentro de treinta días, la Policía Federal rescindirá el contrato que la vinculaba con la Ciudad de Buenos Aires para la custodia de las dependencias públicas en el distrito.
La fecha fijada para el fin del contrato es el 6 de mayo próximo y la deuda de la Ciudad con la Nación en concepto de servicios adicionales es de 27 millones de pesos pero, obviamente, el problema es netamente político. Garré sabe que Macri no miente cuando dice que la Policía Metropolitana cuenta sólo con 700 hombres por turno. Aunque todos ellos se dedicaran a la custodia de los inmuebles no alcanzarían. En su plan de desarrollo de la nueva fuerza, el macrismo cometió un pecado de ingenuidad. No calculó que el gobierno y la Policía Federal, tan enfrentados por la nueva política progresista que Garré pretende llevar adelante, tienen sin embargo un punto de coincidencia importante. El kirchnerismo y la cúpula policial convergen en un mismo interés, el de debilitar a la naciente Policía Metropolitana. Y esto Garré empieza a explotarlo.
Se sabe que algunos miembros de su gabinete le habrían sugerido a la ministro que directamente suspendiera los servicios adicionales que la Policía Federal presta en los partidos de fútbol que se realizan en la Capital Federal. Las consecuencias de esto podrían haber sido gravísimas, porque, al no alcanzar la Metropolitana, se generarían episodios de violencia que también salpicarían a la Casa Rosada. Finalmente, una llamada de Julio Grondona habría influido para dejar de lado el tema.
Lo que viene
El quite de la colaboración de la Federal al gobierno porteño puede tener próximamente otro escenario crítico. Garré tendría en estudio el anuncio de que las elecciones porteñas, que se celebrarán el 10 y 31 de julio, deben ser custodiadas por la Metropolitana, como ocurre en las elecciones provinciales, en las que no intervienen las fuerzas federales. Con más de 400 lugares de votación, esta elección supera ampliamente las posibilidades de los uniformados locales. Y desde ya, la asistencia de los comicios con servicios de seguridad privada sería motivo de serios cuestionamientos.
Por último, Garré amenazaría también con retirarles a Macri y a su ministro de seguridad, Guillermo Montenegro, sus respectivas custodias personales que, sorprendentemente, pertenecen a la Policía Federal.
En el horizonte también aparecen las alternativas electorales. Si el kirchnerismo consiguiera vencer al PRO en segunda vuelta -lo que no es fácil- es probable que la Metropolitana pierda autonomía y hasta que termine funcionando como una especie de satélite de la Federal.
Fuente: Por Alexis Di Capo para el Informador Público
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