martes, 24 de mayo de 2011

Filmus, de Menem a Kirchner


Daniel Filmus no resiste un archivo: fue secretario de Educación de Carlos Grosso entre 1990 y 1992, quien terminó preso por corrupción. Filmus se mantuvo en el cargo a pesar del bochorno del negociado de la escuela-shopping, aquel engendro en que la corruptela del entonces Concejo Deliberante transformó un edificio escolar histórico en un reducto compartido con locales comerciales en pleno barrio de Once.


Fue Secretario de Educación del intendente Grosso durante el menemismo
Mientras Filmus fue funcionario, un joven legislador de la oposición logró notoriedad por denunciar que -una madrugada de diciembre de 1991- el Concejo Deliberante había autorizado la construcción de una galería comercial en la planta baja de la escuela Presidente Mitre. Era la famosa “escuela shopping” y el denunciante, el concejal Aníbal Ibarra.

Fue asesor del Ministerio de Educación a cargo de Susana Decibe durante el Menemismo
Fue partícipe de la Ley Federal de Educación conocida como la “Reforma Educativa”.
Cuando dejó el gobierno de Grosso, el sociólogo se sumó como asesor al equipo de la ministra de Educación, Susana Decibe, impulsora de una criticada reforma educativa que incorporó el Polimodal y el EGB como sistemas educativos alternativos al tradicional secundario, con su secuela de asfixia presupuestaria y la precarización docente.

Daniel Filmus impulsó la Nueva Ley de Educación Nacional. Lo hizo criticando ferozmente la “ley menemista”, esa mismo que él colaboró a redactar.
Declaraciones de Susana Decibe, Ministra Educación de Carlos Menem: “El ministro de Educación de la Nación, Daniel Filmus, afirma, en un reportaje reciente, que la reforma de los 90 acentuó la cantidad y no la calidad, a pesar de que él mismo fue parte de nuestro equipo de gestión y compartía la visión y la política”. (Clarín, 12/1/06)
Como secretario de educación de Ibarra y una frase “poco feliz”
Con Ibarra, Filmus volvió a la Ciudad, nuevamente como secretario de Educación. Durante tres años, piloteó un proceso de declive implacable de la escuela pública porteña, caracterizado por la caída del salario docente y el derrumbe de los edificios escolares. En la bancarrota de 2001, una disposición de su Secretaría habilitó a las concesionarias de los comedores a que “adecuen los menús a la grave situación financiera”.

Cuando arreciaron las protestas y denuncias de niños mal alimentados, Filmus acuñó una de sus frases más conocidas: “a la escuela se viene a aprender, no a comer” (La Nación, 2/7/02). Mientras “ajustaba” a los comedores, Ibarra “arreglaba” la deuda pública de la Ciudad “hacia arriba”.
Y un día se sumó al Kirchnerismo...
Filmus fue convenientemente reciclado por Kirchner, que lo ungió como ministro de Educación, desde donde empezó a atacar a… la “política educativa de los ‘90”.

Una vez kirchnerista, Filmus volvió a su propuesta como menemista, de “canje de deuda por educación”, o sea, privatizar. A renglón seguido, promovió una Ley de Educación Técnica para la “participación de las organizaciones empresariales en el proceso formativo”. Como broche de oro, Filmus redactó, junto a Yasky, la “nueva” Ley Nacional de Educación”, que consagra la descentralización educativa menemista, la precarización laboral docente, la injerencia del clero y los subsidios a la educación privada.
La posición de Filmus respecto de la educación
“En la Argentina -dice-, tenemos un sistema de educación privada con subvenciones proporcionales a la cuota, y es una modalidad muy equitativa de transferencia de recursos públicos a la capacidad de los padres para elegir la escuela de sus hijos” (Página/12, 3/1/01). Es decir que casi no difiere de Macri. Cuando asumió como secretario de Educación porteño con Ibarra, planteaba “descentralizar la administración educativa a nivel de cada comuna (...), propiciando una mayor autonomía en las escuelas para que desarrollen sus propias estrategias educativas”. Suena muy cercano a las escuelas “charter” o concesionadas.

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