martes, 10 de mayo de 2011

Santa Cruz, la otra cara del modelo K



La protesta docente paralizando la producción de petróleo en tierra santacruceña, ha sumergido al kirchnerismo en una crisis interna de la cual parece no tener salida. Los fuertes cortocircuitos entre Peralta y el gobierno nacional que amenazan con romper la hegemonía K en su propia tierra.
El pasado 12 de abril en la localidad santacruceña de 28 de noviembre, dirigentes docentes y estatales se encontraban volanteando sus reclamos de aumentos salariales, cuando una patota de la Uocra (Unión Obreros de la Construcción de la República Argentina ) llegaron con palos y a los gritos “váyanse de acá” porque no querían que la comitiva que llevaba al gobernador Daniel Peralta a un acto en la ciudad se tuviera que topar con un reclamo que ellos consideran “injusto”.

Todo desembocó en una gresca mayúscula, donde varios docentes resultaron heridos y la violencia emanada desde los gremios aliados al poder de turno, hicieron recordar a los momentos en que las patotas ligadas a la Unión Ferroviaria de José Pedraza, mataron a Mariano Ferreyra e hirieron de gravedad a Elsa Rodríguez.
Ya lleva 23 días el paro por tiempo indeterminado que lleva adelante ADOSAC (Asociación Docentes de Santa Cruz), donde se viene realizando diversos cortes de ruta con piquetes en las afueras de los pozos petroleros, paralizando casi por completo la actividad económica central de la provincia, y que poco a poco comienza a tener efectos en todo el país con la escasez de combustible que tienen gran cantidad de estaciones de servicio a lo largo y ancho de la Argentina.
En vez de sentarse a negociar con los docentes, el gobierno kirchnerista de Daniel Peralta se mantiene firme en no negociar un ápice mientras se mantengan las medidas de fuerza, mientras que los docentes piden que se investigue claramente los hechos de violencia del mes pasado, y que se dé pasos ciertos en los aumentos salariales que vienen solicitando desde hace meses y que el gobierno provincial no viene atendiendo en lo más mínimo.
Según informa el sitio web OPI Santa Cruz, los docentes mantienen un piquete en la cuenca carbonífera sobre la ruta nacional Nº 40 en Río Turbio y 28 de noviembre, en Puerto Santa Cruz sobre la ruta nacional Nº 3 al igual que en San Julián y Caleta Olivia; en tanto en Gobernador Gregores los docentes cubren la ruta provincial 281 y en Las Heras la 43. Al mismo tiempo permanecen bloqueados los accesos a los yacimientos de petróleo de zona norte, más precisamente en Las Heras, donde ADOSAC mantiene un enfrentamiento particularmente dirigido al Juez Eduardo Quelín por el procesamiento de 36 compañeros.
A esto hay que sumarle el corte que vienen realizando los trabajadores petroleros que han quedado afuera del circuito del trabajo formal, que cortaron caminos en Pico Truncado y a una situación cada vez más desbordante desde lo social ante la falta de cobertura por parte del Estado provincial y la falta de respuestas que se tiene también desde el gobierno nacional.
Desde su llegada al poder en mayo del 2003, el kirchnerismo siempre quiso mantener cautivo el poder en su tierra natal, como lo es la provincia sureña, por lo que implementó cientos de miles de pesos para paliar situaciones que se le iban de la mano a los gobernantes, llegando incluso a cambiar dos gobernadores por tener mala relación con la Casa Rosada , como lo fueron Sergio Acevedo en 2006, y Carlos Sancho en 2007, hasta llegar finalmente a Daniel Peralta, a quien muchos sindican como el único capacitado para calmar a las distintas vertientes del oficialismo que hay en la provincia, y que buscan hacer y deshacer a su antojo.
Es por eso que no soportan no poder manejar a los docentes como sí lo hacen con otros gremios amigos del poder de turno, tal como la Uocra o Camioneros, y apelan a métodos violentos para intentar parar una protesta que se soluciona con diálogo y consenso, jamás con la fuerza bruta como intentan algunos miembros del oficialismo.
El sindicalismo en Argentina no pasa por su mejor momento, y sacando honradas excepciones, sus dirigentes son los que mayor repudio generan en una sociedad donde la violencia y el patoterismo son rechazados con energía. Por estos días, la CGT moyanista pasa por una de sus peores etapas en su relación con la sociedad, con dirigentes que no son confiables para la enorme mayoría de la población, y que hechos como el de Mariano Ferreyra y actos como los de la Uocra santacruceña interviniendo en otras protestas para romperla, no hacen más que dejar en claro que de no surgir una movida de renovación en los métodos, la central obrera más grande del país va directo al vacío.
Todos estos hechos no hacen más que mostrar el otro lado del poder K, que a nivel nacional se han mostrado siempre cercanos a discursos de centroizquierda y defensores de los Derechos Humanos, pero que en sus tierra central, como lo es la provincia de Santa Cruz, no hace más que sacar a delante los peores métodos de la vieja política, como lo son la represión y la persecución a los opositores, algo que la sociedad en su conjunto denosta fuertemente.
Las peleas constantes que vienen manteniendo el gobernador Peralta con sectores cercanos a la presidenta Cristina Fernández, hacen que la situación se convierta aún más complicada para los santacruceños, ya que en vez de encontrar interlocutores válidos entre la provincia y la Nación , parecen ahora sumergirse en una lucha por el poder que puede llegar a límites insostenibles, donde los más perjudicados serán los ciudadanos de a pié de la provincia sureña.
Dicen quienes conocen la política santacruceña al pié de la letra, que hace varias semanas que la presidenta no le atiende el teléfono al mandatario santacruceño, y que en su interior ya piensa en poner a un hombre de su riñón más cercano como candidato a disputar la primera magistratura de la provincia, yendo por caminos diferentes a los del ex presidente Néstor Kirchner, quien confiaba en Peralta y lo tenía como uno de sus interlocutores más confiables ante su tropa en Santa Cruz.
Un tema lamentable que hace reflexionar a la sociedad entera sobre la necesidad imperiosa de que se produzcan cambios drásticos en el accionar de la clase dirigente nacional, para que estos hechos de miseria política no sigan existiendo, para que de esa manera la sociedad comience a transitar un camino de paz y armonía, que por estos días se encuentra totalmente ausentes.
Fuente: www.agenciacna.com

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