Desde Tribuna principalmente, y otros medios mucho después, se comenzó en 2003 a denunciar el manejo del poder que, de manera cupular, estaba aconteciendo. Ante la debacle sistémica que había producido la implosión del país en 2001, se estaba desguasando (aún de manera implosiva) lo único que quedaba, en aquel 2002, que era el mismo aparato de poder burocrático conducido por el “PJ”.
En aquel entonces, el “Gran Elegidor”, Eduardo Duhalde, o “El Negro”, como se lo conoce desde sus épocas de bañero, no solo resulta ser el gran responsable del desastre de haber introducido a esta gente en el poder (léase los Kirchner, los ex montoneros y otros advenedizos, y criminales varios)
Duhalde es responsable de efectos dominó devastadores en nuestro país. En 1988 no tuvo mejor idea que partir el PJ, al apoyar a Menem, y de esa manera (esto, sumado a los desaciertos tremendos de Cafiero) catapultar al entonces patilludo Riojano a la máxima magistratura, y de ahí al remate final de la Argentina.
Insiste, Duhalde, 15 años después, en 2003, forzando la elección de aquel entonces con un PJ partido en tres partes. Todas las operaciones, tanto del referido, como las de Clarín y el resto de los medios de comunicación, todos a favor de que Menem perdiera, y, al menos, que Kirchner saliera segundo (en desmedro de López Murphy que iba segundo en las encuestas a dos semanas de las elecciones) pudieron lograr su cometido.
Aún se recuerda la “cámara abierta” en TN y Canal 13 con la cual contaba el Señor Artemio López explicándole a la audiencia de clase media sobre las bondades del personaje, y de por qué Kirchner (con el apoyo de Duhalde) ganaba en el segundo cordón del GBA, y pidiéndole (desde el grupo Clarín que hasta el 2007 era amigo y no mentía) el voto para Kirchner. Y, juntos, la oligarquía tradicional de los medios, mas el stablishment del PJ Duhaldista, más el incipiente grupete K, convencer esos votitos para que el extraviado sureño arañara los 22% y se metiera en la segunda vuelta. No sabía, por entonces el aparato del stablishment del PJ (en su creencia de eternidad) que lo nuevo era su tumba.
Mariotto, y el odio al peronismo
El PJ, a la postre, heredero putativo del peronismo, está por meterse en la tumba que el mismo cavó, a los largo de estos ocho años, ello de manera directa por haber inventado la bestia y, de manera mas indirecta, desde hace mucho mas tiempo, por el conjunto de desaciertos.
Siempre creyeron, como un mito asumido, autocreído, que la propia reinvención va hacia el infinito. Pecaron de soberbia.
Lejos de entender el PJ que “el único heredero, es el pueblo” como lo dijo el sabio General, se fueron desplazando, primero desde la resistencia del ´60-´70, hacia el espacio de la competición (con los montos entre 1972-1976) y luego del descongelamiento del ´83 hacia la función administrativa.
En concreto, hoy el PJ no es más que una estructura administrativa de sus antiguos enemigos, ayer derrotados, hoy triunfantes, los montoneros y otras fuerzas especiales generacionalmente colocados en esa raya de la vida que va de los 55 a los 65 años, y que hoy quiere trasvasar (en términos del General) toda su “clasemediez” y pequeña o gran burguesía gorila de los ´70 a sus hijos, a la postre, los nietos de los únicos privilegiados. La historia sería entonces que los únicos privilegiados, ayer, fueron soldados y gorilones, y que hoy le quieren pasar las fantasías (y fantasmas) a sus hijos, a la postre, grandulones de cuarenta años que sueñan más con incrementar las fortunitas generadas por la tibieza del cargo o curro estatal, que con “la patria liberada”.
Han claudicado, los burócratas de PJ, a manos de esta nueva oligarquía de montos e hijos de montos, aún en los más estrictos y básicos espacios del poder, el poder. ¿Definitivamente? No lo sabemos. Si sabemos que Cariglino (municipio de Islas Malvinas) se volvió con Duhalde. No quiere desaparecer “acuchillado” a operaciones políticas a manos de imberbes concejales analfabéstias de La Cámpora puestos a dedo por Kunkel o vaya saber que dedo de Olivos, y sabido que ya no se pueden arreglar (hasta ahora) las cosas “con los fierros” como otrora se dirimían las diferencias… Cariglino, es como la punta del iceberg… no será el único, ni el último… Ven en el PJ profundo que hay cargos e impunidad legislativa para los amigos (Aníbal Fernández) pero, para Moyano y ellos, hay “tirada abajo del tren”, y en consecuencia, la preocupación, cunde…
Así, la Diputada Nacional Donda, el joven Legislador y “cabeza de Lista de legisladores” Juan Cabandié, representan el estandarte leninista de los “recuperados” quizá el mayor blasón de la teoría del odio con la cual el kirchnerismo ha logrado un esquema de justificación del poder: La vindicación de la condición (exclusiva) de víctima inmolatoria de la dictadura, que, como el Ave Fénix emerge desde las cenizas para obtener la victoria sobre el enemigo (quien no se adhiera y/o critique). Ese concepto maniqueo de la realidad, una vez más, es reivindicado por Cristina Whilhelm viuda de Kirchner.
En el caso de la elección de Mariotto como candidato, a la postre un joven que recrea una realidad no vivida, de los ´70, desde sus escasos 45 o 47 años, (pseudo peronista “blanco” y de facultad) sin haberla conocido, salvo como niño, se reivindican desde la Rosada dos cosas:
Primero su extremismo oficialista y su colocación como defensor todo terreno de la principal política activa del régimen K, la Ley de Medios, y desde esa cúspide, el giro de la República Argentina hacia un lento modelo (larga marcha) de censura, un monopolio (o holding) de medios oficialistas, con una bajada única y monolítica de discurso que construya el relato.
Los únicos antecedentes políticos de Mariotto son haber ocupado un cargo en la tristemente célebre Universidad de Lomas de Zamora (una casa de estudios copada por el facilismo y el partidismo) en especial en Comunicación Social, casi una unidad básica con cartel cambiado en la entrada.
El otro antecedente es un documental sobre montoneros, en el cual, la persona inadvertida, puede llegar a creer que dicho grupo era la vanguardia de un pensamiento superior, y no un grupo guerrillero y cuasi-criminal que atentó, en gran parte de su tiempo militar, contra el orden demócratico de Juan Domingo Perón y de María Estela Martínez Cartas.
Respecto de la famosa radio (Radio FM Ciudades de Banfield, a la postre) hay que aclarar que la misma no era “trucha” sino, irregular: el otorgamiento de los famosos PPP resultaba, para los empresarios del ambiente, la típica salida facilista argentina, eran “permisos precarios y provisorios” para FM´s de baja potencia.
No eran ilegales, sino “precarios y provisorios”. Eran permisos. Mariotto debería saber que no se podían “vender y comprar” por eso mismo. Debería saberlo, salvo que se refiera a los elementos que integraban el escaso gabinete técnico.
Corolario
Se pretende, desde el entorno del poder construido por el extinto Néstor Kirchner y su viuda, una nueva fuerza política basada en un pensamiento aggiornado de lo que fue Montoneros, una izquierda al estilo de Chávez, todo bien sazonado con los cuadernillos de adoctrinamiento marxista del Lic. Laclaud y su parisina esposa Doña Mouffé, sin olvidarlos del extinto adoctrinador y enseñador del “peronismo de café” a Chávez, nos referimos a Norberto Ceresole (Guardia de Hierro).
También habrá que averiguar algún día como hizo Slim la plata, qué relaciones tenía con el PRI monopólico mejicano, y cómo es que coincide la salida de estos con el incremento de la fortuna del señor Slim, al mismo tiempo que México era copado (política, militar y territorialmente) por los cárteles de la droga. Habrá que averiguar, en definitiva, cuáles son las relaciones del Grupo Slim, y sus amigos mexicanos, con los pretensos futuros mandatarios.
Slim quiere decir “delgado” en inglés. Quizá una paradoja no solo por la contextura del referido magnate chicano, sino también, por los gruesísimos patrimonios que, en ocho años han elaborado los funcionarios argentinos, sus amigos…
Superávit gemelos durante 5 años sin acciones concretas para mejorar estructuralmente la situacion de pobreza, desnutricion, etcétera.
