“Quiénes y por qué impulsan el operativo clamor de Cristina K”.
En dicha nota, aseguramos: “La realidad dice que por estas horas, la postura de Cristina es no presentarse; y las razones son dos fundamentalmente. La primera, es que Cristina no tiene ánimo ni ganas de seguir ejerciendo la primera magistratura. El desgaste sufrido durante su gestión más el duro golpe de la muerte de Néstor y sus conocidos problemas emocionales, hacen que CFK no solo no quiera seguir presidiendo la Nación, sino que además está esperando ansiosa terminar con su mandato.”
“La segunda de las razones, y tal vez la más importante, es que Cristina no mide nada bien en las encuestas.
Según los sondeos más confiables, la intención de voto que tiene la Presidente no llega al 30%, y en una más que segura segunda vuelta, perdería rotundamente con cualquier otro candidato.
También asegurábamos que “los primeros en decir que el candidato natural del oficialismo para octubre de 2011 debe ser Cristina, fueron el jefe de Gabinete de Ministros Aníbal Fernández, el ministro del Interior, Florencio Randazzo y el canciller Héctor Timerman.
¿Las razones? Más que obvias… En primer lugar, quieren seguir en el poder, pero fundamentalmente, quieren seguir para poder zafar de serias complicaciones judiciales que deberán afrontar una vez que no estén en el Gobierno.
En este sentido, debemos agregar a la lista a otros integrantes del oficialismo como los ministros Julio De Vido y Nilda Garré, y algunos amigos del poder, como Cristóbal López, Lázaro Báez y Rudy Ulloa, entre otros.”
Hoy, no solo estamos en condiciones de confirmar lo expuesto en la citada nota, sino que podemos agregar cual sería la estrategia a seguir.
El “plan de campaña” del Frente Para la Victoria sería presentar la fórmula Cristina Fernández-Amado Boudou en las elecciones abiertas que se realizarán el 14 de agosto. Ese será el verdadero termómetro por el que se guiará Cristina. De ese resultado dependerá si realmente se postula o no.
De obtener un buen resultado, que para el oficialismo debería ser de alrededor de un 40%, entonces sí, Cristina se presentaría a las elecciones presidenciales de octubre, pero si el resultado es de alrededor del 30%, como realmente marcan las encuestas confiables, la Presidenta se bajará de la candidatura porque sabe que iría a una derrota segura.
Si bien estas elecciones no son un dato realmente exacto, puesto que no competiría directamente con otros adversarios postulados a la presidencia por otros partidos, será, en definitiva, el método más confiable para sondear el ánimo de los votantes.
Para finalizar, ¿cuál será la razón “oficial” que argumentará el oficialismo? Muy simple: dirán que el estado se salud de Cristina se agravó y que por lo tanto no estaría en condiciones físicas para afrontar un segundo mandato. Por lo tanto, terminaría de manera más o menos airosa su período y los kirchneristas tendrán una excelente excusa como para justificar la derrota y, además, poder reamarse para el futuro.
Pero como dijimos muchas veces, estamos hablando de kirchnerismo, y como hemos visto en estos ocho años, para los muchachos K, lo que hoy es negro mañana puede ser blanco sin ningún tipo de reparos
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