Después del mensaje amenazante que emitió a través de un reportaje en Clarín, el parricida habría recibido un llamado de la Casa Rosada, lo que derivó en una posterior reunión con un alto funcionario. En la misma, Schoklender habría recibido seguridades de que, en caso de ser denunciado judicialmente, recibirá protección oficial en la Justicia Federal. Es decir, que se haría todo lo posible para no procesarlo. Además, se le habría asegurado que la AFIP no le hará una inspección integral y que la UIF no moverá el expediente originado el año pasado por la denuncia de la diputada Elsa Quiroz de la Coalición Cívica. A cambio de esa protección, Schoklender habría recibido algunas indicaciones: por ejemplo, que aparezca en muchos medios y explique todo lo ocurrido como un problema entre él y Hebe de Bonafini, negándose a hablar del gobierno y de los millonarios subsidios para viviendas populares. Así es que el CEO de la corporación Madres recorre ahora las señales de cable y canales abiertos para decir que CFK es una estratega excepcional que combate a los monopolios locales y extranjeros.
Demasiadas pruebas a la vista
Sin embargo y pese a su frialdad, Schoklender no parece ser un hábil declarante. No se sabe si por tomar demasiado “café veloz” o por sentirse protegido, declaró cosas de las que se va a tener que arrepentir, como decir que tiene patrimonio para comprar dos Cessna Citationque valen U$S 17 millones cada uno y una Ferrari o un Porsche y que tiene declarado ese gran patrimonio en la AFIP. Esta “fortuna personal” provendría, según el parricida, del asesoramiento en patentes de investigación en electroingeniería y electromecánica que contrataban empresas americanas, europeas y africanas. Pues bien, en su declaración a la AFIP, registra ingresos por 25.000 pesos anuales y también figuran 5.000 pesos mensuales como su ingreso en la Fundación de las Madres. Para alimentar aún más las sospechas, en un reportaje, hablando de sus bienes, se le escapó “a mi nombre tengo pocas cosas”.
Investigadores del tema sostienen que su patrimonio real sería de alrededor de 50 millones de pesos. No se trata de una cifra fantasiosa, teniendo en cuenta que el gobierno nacional giró para el programa de viviendas populares conocido como “sueños compartidos” la suma de 300 millones de dólares y sólo se construyó un 30% de las viviendas financiadas. Y, además, según reconoció Schoklender, el metro cuadrado tenía un precio de 1.000 dólares y que hace tres años que el gobierno no concede aumentos Estas declaraciones parecen burlarse de la opinión pública, ya que los terrenos fiscales utilizados no inciden en el precio y estamos hablando de “viviendas de tergopol” que, por su precariedad, como mucho pueden costar U$S 400 el metro cuadrado. Así es que la Fundación Madres, con el conocimiento y aprobación de todos los miembros de su comisión directiva, aprobaron todo, tal como declaró su apoderado en Clarín. Se trata, entonces, de una gigantesca malversación de fondos públicos con su correspondiente administración fraudulenta. De esta megaoperatoria, el parricida se habría llevado la parte del león, además de entregarle puntualmente valijas a José López, Secretario de Obras Públicas, quien las habría elevado puntualmente a la Casa Rosada. Se habla también de la cesión de dos millones de dólares a la hija mujer de Hebe de Bonafini. Por otra parte, está por demás claro que Felisa “bolsita”Miceli no audita gratis a la Fundación. Así es que la inevitable investigación judicial que se pondrá en marcha probablemente se tope con abundancia de pruebas.
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